viernes, 14 de septiembre de 2012

Casas rurales, reservar de forma eficiente

El turismo rural no es nada nuevo. En sus inicios era la forma más barata de viajar después de irse de camping, pero han cambiado muchísimo tanto los precios como el concepto en sí. Hay muchos portales especializados en turismo rural, alojamientos rústicos de lujo, casas rurales con encanto...Os doy algunas claves a la hora de buscar una casa rural "de las de toda la vida" sin que os perdáis por la red y lo note vuestro bolsillo.

En primer lugar, yo no haría caso a webs como Ruralia. Funcionan como cualquier central de reservas de hoteles y creo que para reservar una casa rural sigue siendo mejor el contacto directo con el propietario. Si hay alguna casa que os guste de éste u otro portal semejante, buscad después en google el nombre de la casa por si encontráis la web o alguna referencia del propietario.

Distinto es el caso de webs como Escapadarural, Toprural, Casasrurales.com, Acentorural o Encantorural. Aparecen los teléfonos de los propietarios, con lo que podemos hacer una selección de las casas que nos gusten y contactar directamente con ellos,  tanto por teléfono como vía formulario.

Otra forma de buscar sería concretar la búsqueda en google e irnos directamente a páginas de la zona a la que vamos. Un ejemplo: queremos una casa rural en la Sierra de Cazorla. Nos saldrán directamente webs de los propietarios o páginas como Turismoencazorla.com (también con los teléfonos), donde seguramente habrá más casas y muchas de las que no se anuncian en otras páginas por no estar registradas en turismo o no tener al día la documentación necesaria (las que más interesasan porque serán más baratas).

Otro dato a tener en cuenta es que las casas rurales interesan sobre todo si vamos en grupo, ya que suelen  tener el mismo precio tanto si la casa se llena como si no, con lo que al completar la capacidad el precio por persona será mucho menor. Una ventaja de hablar directamente con el propietario es regatear el precio de la casa si vamos menos personas de las que la casa admite. Esto sobre todo lo podemos hacer (y los propietarios suelen aceptar) cuando son reservas de última hora.

Como resumen, las claves serían:

1. Encontrar una casa sencilla en un lugar estratégico. Me refiero a la típica casa de campo que tiene un particular y que decide  alquilar para ganarse unos eurillos, con su mesa camilla y sus aperos de labranza, obviando aquellas que se definen como casa con encanto, casa rural de lujo y casas de estilo rústico con una decoración a base de talonario.

2. Ir a ser posible en grupo.

3. Contacto directo con el propietario.



miércoles, 5 de septiembre de 2012

Viajar en tiempos de crisis

Hasta hace unos 4 años, antes de que empezara la dichosa, cansina e intragable crisis, éramos muchos los que nos podíamos permitir hacer un viaje de vez en cuando. Llegaban las vacaciones y consultábamos todas las ofertas que inundaban Internet: Punta Cana 9 días-7 noches, un todo incluido en Canarias, un viaje a Italia...Páginas como muchoviaje.com eran punto de referencia para la mayoría.

De repente, todo se nos viene encima. Cierran nuestras empresas, nos quedamos en paro, baja nuestro poder adquisitivo...Los gurús de la economía y otros sabelotodo se permiten el lujo de decir que vivíamos por encima de nuestras posibilidades. Perdonen????? Esa frase me parece una auténtica aberración. El caso es que tenemos que adaptarnos a la nueva situación, que no conformarnos con ella, y eso incluye cambiar nuestro concepto de viaje.

Evidentemente ahora tiramos de la familia y los amigos que tienen piso en la playa o que viven lejos y a los que poder hacer una visita.

No obstante, un viaje puede ser una escapada de un día a un pueblecito que tenemos cerca y que no conocemos, una ruta de senderismo, una acampada con los amigos, desplazarnos a ciudades cercanas que organizan algún evento interesante e incluso ir a conocer esos rincones del lugar en que vivimos y que nunca visitamos. El caso es desconectar. Salir de la rutina, de la prima de riesgo, de los mercados, del llegar a fin de mes, del "qué mal me va" o el "vaya tela la crisis". Disfrutar con lo que tenemos cerca, respirar otros olores, ver otros colores...

Esta desconexión es algo fundamental para el cuerpo y para la mente, aunque estemos viviendo, en este caso, "por debajo de nuestras posibilidades", ya que éstas son ilimitadas y nadie puede decirnos hasta dónde pueden llegar.